Últimamente me visita el insomnio. Nunca le llamé (empleo "le" porque pasó de ser cosa a persona hace algunas semanas) pero desde hace algún tiempo se ha convertido en mi animal nocturno con el que converso, al que acaricio y ante quien me abro con palabras y sensaciones.
Encima está apareciendo el calor que dificulta el descanso durante las noches, con lo que parece que abro la ventana aún más permitiendo que mi "amigo" el insomnio acuda a mi habitación. Los dolores, las preocupaciones, las oposiciones (...) también sirven de reclamo para que se persone.
luego sigue...que llego tarde (puto insomnio)
miércoles, 24 de junio de 2009
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